Esta adrenalina que inmoviliza unos segundos, un desplazamiento vertiginoso, el sentimiento de libertad, independencia y la sensación de volar son algunos de los motivos por los que los columpios vuelven locos a los chicos y chicas. Sin embargo, lo que no mucha gente sabe es que además estos complementos poseen diversos beneficios para los más pequeños.
Podemos comentar que los columpios mejoran su equilibrio al tener que hacer fuerza con las manos en las cadenas y en las extremidades para balancearse. Otra de las ventajas es que incrementan su capacidad motriz, debido a que al mecerse fortalecen el cuello y la espalda; a la vez que que se enmiendan las malas posturas al intentar seguir estando erguidos.
Sin olvidar que desarrollan su imaginación, debido a que todos hemos soñado una vez que éramos chicos que volábamos, perseguíamos a seres con alas o una cantidad enorme de historias más a medida que nos balanceábamos.
Además, si los pequeños anhelan darle rienda suelta a su imaginación, lo harán de verdad con un columpio aún más versátil y donde quepan diversos amigos a la vez.